“MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA”
En una tercera aparición, la Virgen María le muestra a Santa Catalina la inscripción que rodea su figura celestial: "Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos
a Ti".
Entonces, la Madre de Dios insta a Catalina Labouré a que acuñe una medalla en la que se reproduzca lo que han visto sus ojos y le promete que "quienes lleven puesta [la medalla]
recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello".
MARÍA, CANAL DE TODAS LAS GRACIAS
Catalina Labouré cuenta a su confesor cada una de las apariciones, pero no es sino hasta poco antes de morir que la vidente revela que el diseño de la medalla de la Inmaculada
Concepción le había sido revelado cuarenta y siete años atrás.
Las primeras medallas fueron acuñadas en 1832, con la debida aprobación eclesial. Estas fueron distribuidas por todo París. La devoción se propaga rápidamente y miles de favores
y gracias son concedidas a través de ella. Así, la gente la empieza a llamar "la Medalla Milagrosa".
Santa Catalina Labouré murió en 1876 y el Papa Pío XII la declaró santa en 1947. La festividad de la Virgen de la Medalla Milagrosa se celebra el 27 de noviembre.
LA MEDALLA MILAGROSA
En la parte frontal de la Medalla Milagrosa aparece la imagen de la Virgen María de pie, sobre la esfera del mundo, como Reina del Cielo y de la Tierra. Además, tiene sometida
bajo su pie a la serpiente que representa a Satanás. El Tentador no tiene poder frente a Ella.
En el reverso de la Medalla hay doce estrellas que simbolizan a los doce Apóstoles y, por ende, a la Iglesia entera. Las estrellas rodean a la letra “M”, que representa a María, y
desde la letra se erige una cruz, que es Cristo. Dos corazones de los que brotan llamas de fuego aparecen uno al lado del otro.
Como ya se ha indicado, la historia de la Medalla Milagrosa empieza con las visiones de Santa Catalina Labouré en 1830, cuando la Virgen le muestra "el diseño" de lo que sería
la Medalla. Constituye una delicadeza de Dios que la imagen a ser acuñada fuera una referencia directa a María concebida sin pecado: alrededor de dos décadas después de estos
sucesos sería proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción de María, en 1854.
En 1836 tiene lugar una investigación canónica en torno a las visiones de Santa Catalina Labouré con resultados expectantes. La Iglesia declara que las apariciones de la Virgen
son auténticas.
DEVOTOS Y APÓSTOLES
No hace mucho, en el año 2020, el P. Félix Álvarez CM (fallecido en diciembre de ese mismo año), entonces director nacional de la Asociación de la Medalla Milagrosa, en
declaraciones a Alfa y Omega, recordaba que la misión de la asociación es "ante todo, promover el amor a María a través de los más necesitados".
Fuente:https://www.aciprensa.com/