En Arlés, de la Provenza, san Genesio, mártir, que todavía catecúmeno y desempeñando el
oficio de escribano, al negarse a actuar contra los cristianos buscó la salvación en la huida,
pero, detenido por los soldados, fue bautizado con su propia sangre. Patrón de Notarios,
escribanos y secretarios.
Ginés, nativo de Arlés, fue un soldado que llegó a ser conocido por su maestría en la escritura,
por lo que fue nombrado
secretario del magistrado romano de Arlés. En el desarrollo de las funciones de su oficio, le
fue dictado para
ser copiado el decreto de persecución de los cristianos. Indignado en su ideal de justicia, el
joven catecúmeno lanzó
las tablillas de cera donde tomaba sus notas a los pies del magistrado y huyó. Fue capturado y
ejecutado y recibió
el bautismo en su propia sangre