En esta tercera semana de Adviento, es imposible preparar la Navidad prescindiendo de la
contemplación del indecible gozo esperanzado que poseyó Santa María por el futuro próximo
inmediato de su parto. Eso es lo que se quiere expresar con "La Expectación del Parto", o "El
día de Santa María" como se le llamó también en otro tiempo, o "Nuestra Señora de la O"
como popularmente también se le denomina hoy. Fue en España, concretamente en Toledo, en
el décimo concilio que se celebró en el año 656, siendo San Eugenio III el obispo de aquella
sede y que posteriormente un muy devoto de la Virgen María —San Ildefonso- se tomó bastante
en serio propagar. La intuición del pueblo denominando a la expectante Doncella joven
"Virgen de la O" está basada en la directa contemplación de las obras pictóricas o esculturales
que presentan piadosamente la natural redondez abultada de la Virgen grávida. El origen del
título es no obstante más espiritual, más fino, más litúrgico y menos somático. Tiene su origen
en que las antífonas marianas del rezo de vísperas comienzan con la O: O Sapientia, O Adonai,
O Enmanuel... veni! Más información sobre su representación.
Esta fiesta no figura en el calendario litúrgico de la Iglesia, pero tiene sabores propiamente españoles. Hasta el siglo VII la iglesia de España no celebraba mas que una festividad
mariana pero que abarcaba a todas las demás: la Maternidad Divina o la "Fiesta de Santa María" como se la llamaba sencillamente. Así lo podemos apreciar en los antiguos
calendarios mozárabes. El año 656 se celebraba el celebre Concilio X de Toledo y allí trataron con toda solemnidad los Padres esta cuestión. Toman parte en este asunto tres grandes
santos: san Eugenio, san Fructuoso de Braga y san Ildefonso. Este Concilio dictaminó un decreto por el que se establecía que para dar mayor solemnidad a esta fiesta mariana
de la Maternidad Divina "se celebre el día octavo antes de Navidad del Señor y se tenga dicho día como celebérrimo y preclaro en honor de su Santísima Madre".
Nombre:
Esperanza (Femenino)
Celebran:
Las Esperanza suelen celebrar el
6-nov: Beata Esperanza de la Cruz
Celebración:
18 de diciembre
Este decreto aludía a que este día ya se celebraba así en muchas otras Iglesias, pero que para estar de acuerdo con la Iglesia Romana, que lo celebra el día 25 de marzo, se continúe
también celebrando aquel día. Desde esta fecha fue la fiesta más solemne que en honor de la Virgen Maria se celebraba en España y de aquí paso a otras Iglesias. Tuvo varios
nombres: Expectación del parto de Nuestra Señora, Nuestra Señora Virgen de la Esperanza y Virgen de la 0, haciendo alusión a las Antífonas Mayores de Vísperas que empiezan
con esa exclamación. Maria viene a preparar el camino para la llegada de su Hijo al mundo, al que viene a salvar.
El título de María de la «O» hace referencia a las solemnes antífonas del Cántico de la Virgen, el Magníficat, que en las Vísperas de los siete días anteriores a Navidad empiezan
por esa letra. En relación con estas advocaciones de la Virgen, el arte suele representar a María en avanzado estado de gestación, con su vientre abultado y la mano sobre el
mismo, apuntando que allí está el Hijo de Dios, que pronto nacerá.-
Esperanza, pues presenta a María en estado avanzado del embarazo obrado por el Espíritu Santo. Expectación, por el ansia e intensidad con que ella esperaba tener pronto en
sus brazos al que llevaba en su seno.
La fiesta de la Encarnación del Verbo en el Seno de Maria - 25 de marzo - cae siempre entre los acentos tristes de Cuaresma, y difícilmente se le puede dedicar la debida atención
a este gran misterio.
La fiesta mas antigua dedicada a Maria fue sin duda alguna la de Navidad. Juntamente se celebra al Hijo y a la Madre. Pasado algún tiempo se le quiso dar solemnidad también
a la Fiesta bajo aspecto mariano propiamente dicho y por ello pensaron en instituir esta festividad de hoy.
Todo el tiempo de Adviento es tiempo de "esperanza" en el Mesías que ha de venir a salvar a la humanidad. Los Profetas y Padres del Antiguo Testamento procuraban mantener
siempre encendido el fuego de la esperanza en el Mesías venidero.