VIVIR DESPUÉS DE LA MUERTE
El relato de Juan narra que el episodio de la resurrección de Lázaro hizo que muchos de los presentes al milagro se convirtiesen y creyesen en Jesús. Esto hizo aumentar el clima
de sospecha y de odio hacia Jesús por parte de los sumos sacerdotes y de los fariseos, que veían en él a un peligroso agitador. Además, cuando Lázaro asistió a un banquete en
honor de Jesús, decidieron matarlo también a él, porque mucha gente había acudido a verlo y había creído que Jesús era el Hijo de Dios.
EL ENIGMA DE LAS RELIQUIAS
Según la tradición oriental, Lázaro, después de la Muerte y Resurrección de Jesús, se habría trasladado a Chipre donde habría sido obispo por treinta años. Esta tradición es
refrendada por el descubrimiento en Citio, la actual Lárnaca, en el año 890, de una lápida sobre la cual están grabadas estas palabras: “Lázaro, el amigo de Cristo”. Las reliquias
fueron luego trasladadas a Costantinopla por orden del emperador León VI el Filósofo, y finalmente a Francia por obra de los Cruzados. Sin embargo el traslado de las reliquias
podría haber sido solo parcial, porque en 1972 fue hallada en Lárnaca un arca de mármol con las reliquias que se atribuyen al mismo Lázaro. Otra versión de la historia dice en
cambio que Lázaro, Marta, María y un cierto Máximo fueron embarcados en un bote sin remos, ni velas, ni timón y que esta barca habría llegado a las costas de la Francia meridional.
Esta versión entra a formar parte también de la “Leyenda Dorada” de Santiago de la Vorágine que relata que Lázaro y sus hermanas habrían ido a predicar a Francia,
donde Lázaro se habría convertido en el primer obispo de Marsella. Aquí habría sido martirizado bajo la persecución del emperador Nerón.
Fuente: https://www.santopedia.com/
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