Nace en el año 931 en la península Itálica, y el destino le lleva a convertirse en emperatriz,
casada con el rey Lotario. Ya madre, queda viuda con dieciocho años. En su segundo matrimonio,
también regio, sufre la cárcel y el destierro. Regente emperatriz, retoma funciones de
mando en tiempos de Otón III. Ahora muestra con sus obras lo muerta que estaba para sí
misma y que la anterior piedad, la de toda su vida, fue un asunto sincero. La emperatriz se
dedica a hacer el bien. Protege, socorre y consuela a los necesitados. Considera el poder como
una carga para ella y un servicio para el bien del pueblo. No es injusta, ni vengativa con
quienes
le injuriaron en tiempo pretérito. Muestra esmero infatigable en las tareas de gobierno.
Reza, se mortifica y expía por los pecados de su pueblo. Muere a las puertas del segundo
milenio,
en el año 999.
Adela o Adelaida, es un nombre alemán que significa: "de noble familia". A esta santa le decían
también Alicia.
Santa Adelaida fue la esposa del Emperador Otón el Grande.
Era hija del rey Rodolfo de Borgoña, el cual murió cuando ella tenía 6 años. Muy joven contrajo
matrimonio con
Lotario, rey de Italia. Su hija Emma llegó a ser reina de Francia.
Su primer esposo, Lotario, murió también muy joven, parece que envenenado por los que deseaban
quitarle su reino, quedando Adelaida viuda de sólo 19 años, con su hijita
Emma todavía muy pequeñita. El usurpador Berengario la encerró en una prisión y le quitó todos
sus poderes y títulos, porque ella no quiso casarse con el hijo del tal Berengario.
Su capellán se quedaba admirado porque Adelaida no se quejaba ni protestaba y seguía tratando a
todos los carceleros con exquisita amabilidad y dulzura. Todo lo que sucedía
lo aceptaba como venido de las manos de Dios y para su bien. Le robaron sus vestidos de reina y
todas sus alhajas y joyas y le dieron unos harapos como de pordiosera. En su
oscura prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: "Cuánto
heroísmo tiene esta reina. ¡No grita, no se desespera, no insulta. Sólo reza y sonríe
en medio de sus lágrimas!".
Nombre:
Adela (Femenino)
Significado:
De noble familia, de origen Alemán
Celebran:
Adela
Nació:
En el actual Italia
Falleció:
En el actual Francia
Celebración:
16 de diciembre
Y mientras tanto su capellán, el Padre Martín, consiguió un plano del castillo donde ella estaba prisionera, abrió un túnel y llegando hasta su celda la sacó hacia el lago cercano
donde la esperaba una barca, en la cual se la llevó hacia le libertad haciéndola llegar hasta el Castillo de Canossa, donde se refugió. Pero Berengario atacó aquel castillo y Adelaida
envió unos embajadores a Otón de Alemania pidiéndole su ayuda. Otón llegó con su ejército, derrotó e hizo prisionero a Berengario y concedió la libertad a la santa reina.
Otón se enamoró de Adelaida y le pidió que fuera su esposa. Ella aconsejada por el Padre Martín, acepto este matrimonio y así llegó a ser la mujer del más importante mandatario
de su tiempo. Los dos se fueron a Roma y allá el Sumo Pontífice Juan XII coronó a Otón como emperador y a Adelaida como emperatriz
Otón el grande reinó durante 36 años. Mientras tanto su santa esposa se dedicaba a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Al morir su esposo Otón I, le sucedió en el trono el hijo de Adelaida, Otón II, pero este se casó con una princesa de Constantinopla, la cual era dominante y orgullosa y le exigió
que tenía que alejar del palacio a Adelaida. Otón aceptó semejante infamia y echó de su casa a su propia madre. Ella se fue a un castillo pero pidió la ayuda de San Mayolo, abad
de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. Y así el emperador llamó otra vez a Adelaida
y le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
Al morir su esposo Otón I, le sucedió en el trono el hijo de Adelaida, Otón II, pero este se casó con una princesa de Constantinopla, la cual era dominante y orgullosa y le exigió
que tenía que alejar del palacio a Adelaida. Otón aceptó semejante infamia y echó de su casa a su propia madre. Ella se fue a un castillo pero pidió la ayuda de San Mayolo, abad
de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. Y así el emperador llamó otra vez a Adelaida
y le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
Una extraña enfermedad acabó con la vida de la princesa de Constantinopla y Adelaida quedó como regente, encargada del gobierno de la nación, mientras su nieto Otón III
llegaba a la mayoría de edad. Fue para sus súbditos una madre bondadosa. Ignoraba el odio y no guardaba resentimientos con nadie. Supo dirigir el gobierno del país alemán
con bondad y mucha compresión, ganándose el cariño de las gentes.
Fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban
peleados.
Su director espiritual en ese tiempo fue San Odilón, el cual dejó escrito: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad". Santa Adelaida tuvo una gran suerte, y
fue que durante toda su vida se encontró con formidables directores espirituales que la guiaron sabiamente hacia la santidad: el Padre Martín, San Adalberto, San Mayolo y San
Odilón. En la vida de nuestra santa sí que se cumplió lo que dice la S. Biblia: "Encontrar un buen amigo es mejor que encontrarse un buen tesoro. Quien pide un consejo a los
que son verdaderamente sabios, llegan con mucha mayor facilidad al éxito".
Cuando su hijo Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró a un monasterio, y allí pasó sus últimos días dedicada a la oración y a mue el Espíritu Santo siga enviando
sabios directores espirituales que aconsejen a los gobernadores de las naciones y los lleven hacia la verdadera sabiduría y hacia la santidad. ¡Que hermoso fuera que esto se hiciera
realidad!.